Para algunas personas, el otoño es una época amarga donde sufren que se acaba el verano. Para mí, es época de encender el horno de nuevo y cada año me entra una vena reposteril en estas fechas para compensar la poca actividad bizcochera de los meses de calor. Tengo que reconocer que vivir en Suiza me permite darme ciertas licencias en temporada estival pero es en octubre y noviembre cuando mi horno está al máximo.

Hoy os traigo otro bizcocho muy fácil, perfecto para desayunos, meriendas o para llevar a la oficina y que nos permite reciclar plátanos que se nos hayan puesto demasiado maduros.

Es tierno, esponjoso, jugoso y con sabor a plátano que se intensifica al llevar un poquito de coco. Ya sé que ahora mismo, muchos estaréis pensando «ya viene otra vez la loca del coco» y es que el bizcocho anterior que preparé con chocolate y café también lo llevaba pero es que desde que he descubierto la textura y jugosidad que aporta el coco en los bizcochos va a ser difícil que deje de usarlo. Nunca he sido fan del sabor a coco rallado pero vale la pena totalmente, el sabor no predomina y os quedará un bizcocho increíble.

Ingredientes (para un molde de 20cm largo):

  • 100g azúcar 
  • 25g azúcar moreno
  • 75ml aceite vegetal
  • 2 huevos M
  • 1/2 cucharadita vainilla en pasta
  • 2 cucharadas soperas de ron
  • 2 plátanos pequeños maduros (unos 160-180g)
  • 90g harina
  • 5g levadura
  • 45g coco rallado

Paso a paso:

  1. Precalentar el horno a 170º (con aire) o 180º (sin aire)
  2. En un bol, mezclar los azúcares, el aceite, los huevos, la vainilla y el ron hasta formar una pasta suave
  3. Chafar bien los plátanos y añadirlos a la masa anterior
  4. Añadir la harina y levadura tamizadas. Añadir el coco rallado y mezclar hasta integrar con una espátula.
  5. Untar un molde con mantequilla y verter la masa.
  6. Hornear 35-40 minutos hasta que al pincharla con un palillo salga limpia
  7. Añadir un poco de azúcar glas como decoración justo antes de servir.